La importancia de la sexualidad en el desarrollo biopsicosocial de los niños y los adolescentes determinan la estructuración personal en el individuo, y de esta manera las acciones positivas o negativas que influirán en la dinámica familiar y social de la persona.
Dentro el proceso de conceptualización y el afianzamiento del aprendizaje de la educación sexual en el niño y el adolescente existen diferentes factores que inciden los cuales en su mayoría proceden de aprendizajes culturales o el mismo desconocimiento de la sexualidad y la aceptación de mitos alrededor de esta temática.
Ahora bien, debido a la dificultad sanitaria mundial producto de la pandemia covid-19, situación que afecta todos los ámbitos del ser humano en su desarrollo psicosocial, la dinámica educativa y escolar no es ajena a esta dificultad, puesto que tantos estudiantes, padres de familia y docentes han tenido que adaptar su praxis para lograr los mejores resultados académicos en el proceso de aprendizaje y enseñanza, de esta manera, la pedagogía de la educación sexual debe buscar estrategias que permitan ser de impacto en las temáticas relacionadas respetando las indicaciones previstas por los protocolos de bioseguridad a nivel institucional, municipal, departamental y mundial.
Por otro lado, es importante establecer la formación de la identidad pues según Checa (2005) la sexualidad y el cuerpo como cuerpo sexuado conforma los ejes fundamentales donde confluye la vida cotidiana de las personas, es por eso que todas las variables cotidianas son las que se inicia en la construcción de la identidad y la subjetividad, donde incide la familia, los amigos, los padres, el colegio y el contexto en sí, para convertirse en una construcción social.
De este modo la importancia de la educación sexual en el ámbito escolar genera una necesidad en educar al niño para el adulto de mañana, tal es así que el ministerio de educación nacional pretende contribuir al fortalecimiento en el sector educativo el desarrollo de proyectos pedagógicos en temática de sexualidad, con enfoque en la construcción de ciudadanía, el conocimiento de los derechos humanos, sexuales y reproductivos.
Teniendo en cuento lo anterior, se presenta la oportunidad de avanzar en una formación integral para el ejercicio responsable y autónomo de la sexualidad.